“Hay vigencia en lo sucedido en Rumania durante 1989 -1990. El mensaje es entonces claro: interesémonos en la historia contemporánea, para que hechos tan dolorosos como esos no ocurran en otras latitudes”, nos dice el autor.
Guillermo Mímica vuelve a la literatura con “Notas de un otoño en Bucarest”, una novela que nos habla de la importancia de la memoria, el valor de la democracia y la necesidad de entender el pasado para construir el futuro. Todo esto bajo los paisajes de Rumania a fines del siglo XX.
Debido a las funciones que desempeñó desde Francia durante su vida profesional, Mimica tuvo la oportunidad de recorrer Europa del Este durante y después de la Guerra Fría. Una de sus misiones lo llevó a descubrir Rumania, luego de la caída del Muro de Berlín y del derrumbe del gobierno de Ceaucescu. Durante sus recorridos, pudo apreciar lo vivido por un pueblo decidió revelarse en 1989, para poner fin a la dictadura. “Rumania es un país que pude apreciar y conocer bastante, ya que mis estancias fueron regulares durante varios años. Pasé mucho tiempo en diferentes actividades y recorrí varias cuidadas, conocí su entorno económico y social. Es una tierra hermosa de gente culta y generosa. Esas misiones de asistencia técnica, apuntaban a la integración de Rumania a la Unión Europea, cuenta Guillermo Mimica.
Si bien a lo largo de la novela se evocan hechos históricos, donde el foco está puesto en la revuelta popular; en otras palabras, en la sublevación que termina por sacar a Nicolae Ceaușescu del poder, hay una trama que envuelve los hechos y que da vida a la narrativa novelística. Un exiliado llamado Mihail vuelve a su país después de treinta años de ausencia, en 1990. Su retorno en un encuentro doloroso con su pasado, con la historia no vivida y con los enredos de una larga y conflictiva transición hacia la democracia. Al igual que la de otros países de Europa central y oriental, esta historia reciente es de gran vigencia. La estamos viendo día a día en todos los continentes. Las dictaduras no tienen colores políticos y tienden a comportarse de idéntica forma. Son dictaduras. Así de simple”, afirma el escritor.
El libro nos transmite la importancia de la democracia, lo que cuesta alcanzarla y cómo a veces es tan fácil perderla. En tiempos tan convulsionados, “Notas de un otoño en Bucarest” invita a reflexionar sobre las libertades individuales, cómo las sociedades deben plantearse desde objetivos comunes, sin dejar espacios para discursos de odio y violencia.
“Con la escritura, uno trata de abrir ventanas, horizontes, incitar a reflexionar, más que enviar mensajes precisos. Me interesa que los jóvenes se introduzcan en la historia contemporánea del mundo que los rodea y hacerlo a través de la literatura es una forma válida. Hay lecciones que aprender, muchísimas en verdad, de lo que se llevó a cabo en Rumania durante el 89 y el 90, concluye Guillermo Mimica.
Puedes comprar “Notas de un otoño en Bucarest” en Trayecto.cl, Trayectobookstore, Antártica, Buscalibre y las mejores librerías del país.