Con una prosa melancólica y cercana, Ana Estevez publica “La reina de la muerte” en Editorial Trayecto, primera entrega de la saga Trono de Mentiras. Una novela de fantasía oscura donde Lyanna, criada en el castillo de Thaloria y destinada a llevar corona, aprende a mirar el poder con otros ojos: no desde la crueldad heredada, sino desde la decisión íntima de
quién quiere ser. Un relato que evita idealizar el trono y demonizar el deseo, para tender un puente entre la épica y lo profundamente humano.
Lyanna, protagonista y narradora, ha vivido al servicio del reino y bajo la sombra del rey, su padre. Obligada a un matrimonio que la encadena a intrigas y pactos, se resquebraja cuando descubre que su ambición fue moldeada por secretos, un linaje maldito y mentiras apiladas como cadáveres en los pasillos del trono. Con el despertar de su magia, la clave ya no está en “obedecer” ni en “romantizar” la corona, sino en elegir: escuchar su propia voz, decidir en quién confiar y qué está dispuesta a sacrificar para liberarse. En ese trayecto, la novela expone vínculos reales en medio de la ilusión, culpa heredada y amor propio en construcción, y el aprendizaje de rendirse a la verdad sin renunciar a la esperanza.
Venezolana-española, creadora de contenidos y lectora voraz desde la infancia, Ana Estevez concibió el final de esta historia escuchando una canción de Halsey y, desde allí, tejió el camino de regreso. “Quise un puente entre lo oscuro y lo humano: explorar identidad, pérdida y reconciliación sin fórmulas”, comparte. Su enfoque cruza la sensibilidad romántica con la tensión fantástica, evitando el sensacionalismo: aquí hay personajes “grises”, descubrimientos dolorosos y la certeza de que, incluso en la oscuridad, hay poder.
“La reina de la muerte” no busca moralejas ni respuestas absolutas: propone acompañar a una mujer que se mira de frente mientras el castillo cruje. La autora vuelca dos años de escritura, bloqueos y reescrituras en capítulos que transitan por el deseo y el miedo, la ironía y la ternura, la fragilidad y la fuerza cotidiana. El resultado es una novela que conmueve sin estridencias y abre conversación sobre herencia, culpa y libertad, sin tecnicismos ni simplificaciones.
Entre sus influencias, Estevez reconoce el diseño de personajes moralmente ambiguos de Leigh Bardugo, la agudeza de Oscar Wilde, la sensibilidad de Stephen Chbosky y la frescura de Amanda Hocking, con el recordatorio de Edna Iturralde de que un mundo imaginado solo funciona si toca algo profundamente humano. Ese cruce se traduce en una escritura transparente y rítmica, capaz de convertir el pasillo del trono en un espejo íntimo.
“La reina de la muerte” de Ana Estevez ya está disponible en Trayecto.cl, Trayecto Bookstore, Buscalibre, Amazon y en las principales librerías del país.
